sábado, 5 de junio de 2010

El ascenso de Leguía al poder

Contexto político

En el año 1919, el presidente del Perú era don José Pardo y Barrenechea quien era miembro del partido civil fundado en 1871 por Manuel Pardo y Lavalle (1). Los finales de su gobierno se dieron en un clima de desestabilidad, descontento generalizado e inestabilidad política ocasionada en gran porcentaje por los siguientes factores: agotamiento de la economía de exportación, debido a la aplicación de formulas laborales no salariales (yaconaje)(2), abusos constantes de parte del gobierno y la oligarquía; una débil distribución de la riqueza concentrada en la clase propietaria; constantes acciones desestabilizadoras, impulsadas en su mayoría por el partido constitucional de oposición al gobierno, dirigido por el general Caceres (3); descontento de los sectores proletarios de la ciudad y el recinto universitario de San Marcos (espíritu de la reforma universitaria); depresión económica y sus secuelas; malestar generalizado debido a los sucesivos gobiernos vinculados al civilismo, que evidenciaban una monopolización del poder en la clase elite (argolla política), quienes eran los únicos protagonistas políticos y sociales, y que consideraban al pueblo como ignorantes y bárbaros que debían ser educados; y la aparición de la clase media. Este clima se agudiza aún más con la decisión del gobierno de suspender las garantías constitucionales por un tiempo prolongado en un intento pobre de contener el clima de agitación que imperaba en la población.

Es en estas circunstancias, es que vuelve a emerger la figura de Leguía como una fuerza renovadora, frontalmente contraria al modelo civilista y que propugnaba la inclusión de la clase media como protagonista principal de la modernización del país. Cabe precisar que Leguía, quien provenía de una familia de clase media y se caracterizaba por ser un hombre de carácter fuerte y espíritu caudillista, ya había ejercido anteriormente el cargo de presidente del Perú entre 1908 y 1912, así como el de Ministro de Hacienda durante el gobierno de José Pardo.


Las elecciones

Debido al clima de agitación y descontento político-social que imperaba en el país, este no era el momento más adecuado para el lanzamiento de los comicios electorales por la presidencia de la República. El gobierno, aún sabiéndose en desventaja, decide convocar a elecciones generales, las mismas que se realizarían en dos días, domingo 20 y lunes 21 de Mayo de 1919.

Los partidos políticos que participaron en la contienda electoral fueron los siguientes: por el partido civil, el Sr. Antero Aspíllaga, hacendado azucarero miembro del partido de gobierno, quien tuvo un lanzamiento débil, apático e insincero. El mismo Aspillaga no creía en su candidatura y fue calificado por Leguía, en declaración a la prensa, como un candidato sin mayores recursos políticos ni simpatía popular. En segundo lugar, se presento el partido demócrata, que se encontraba debilitado desde la muerte de Nicolás de Piérola en 1913. Por el partido constitucional se presentó Andres Avelino Caceres, este movimiento político fue percibido como un partido de veteranos; El candidato del partido liberal fue Augusto Durand quien nunca tuvo fuerza ni un programa de gobierno definido; de igual manera se presento el partido futurista conformado por jóvenes Civilistas y Pierolistas sin mayor impacto en el escenario político nacional. Por último, el partido constitucional que presenta como candidato a Augusto B. Leguía quien contaba con la mayor aceptación dado que planteaba un cambio radical en la manera de gobernar el país.

Este último, dirigió su estrategia a los sectores medios y populares entre los principales: la juventud San Marquina, por quienes fue proclamado como Maestro de la Juventud representando esto un hecho inusual y sin precedentes debido a que Leguía no tenía título universitario; la clase media, centralizando las inquietudes de grupos numerosos de la población y el civilismo independiente quien al final apoyo a Leguía.

La estrategia de Leguía se baso fundamentalmente en el anti-civilismo y en promesas electorales populistas. En el primer caso, representaba el inicio de una era mesocrática más accesible, esto apoyado por su estilo democrático y popular, y reforzado por ser percibido como un hombre con vasta experiencia y con buenas relaciones internacionales. En segundo lugar, ofrecía solucionar el problema de Tacna y Arica (4), el abaratamiento de las subsistencias (5), el desarrollo de obras públicas y el incremento de la defensa nacional.

Los comicios electorales se desarrollaron en medio de un paro obrero decretado para esos días, que provocó enfrentamientos violentos con la policía. Los resultados de las elecciones tuvieron los siguientes resultados. Para Lima, vence Leguía; y para provincias los resultados se convirtieron en una incógnita. Este último hecho, motiva a Leguía a acusar al gobierno de voluntad de fraude, dado que el congreso en poder de los civilistas definiría la elección, Leguía hablo de la "subordinación imperdonable del Parlamento a la farsa electoral.

Motivados por los últimos hechos electorales, el 4 de julio de 1919, las fuerzas de Leguía irrumpen violentamente en la casa de gobierno; en consecuencia, Pardo, sus ministros y los principales dirigentes civilistas fueron hechos prisioneros. De igual manera, los subversivos proceden a la clausura del congreso pues sabían que no les iba a ser dócil y que sería de clara oposición al nuevo gobierno. Como resultado, Leguía se instaura como Presidente Provisorio; a partir de ese momento, el civilismo deja de tener el control de los dos poderes principales del estado (ejecutivo y legislativo).

Luego de tomar el poder, Leguía convoca a plebiscito, el mismo que fue manipulado desde la casa de gobierno, en el que se aprueban las siguientes acciones: la elección del gobierno por voto directo, se amplió el número de electores, se establecieron tres legislaturas regionales para el poder legislativo; siendo todo esto el preludio para la convocatoria a una asamblea nacional.

La asamblea nacional se convoca con el jurista Mariano H. Cornejo como presidente, esta asamblea reconoce a Leguía como presidente, legitimando el golpe de estado; y promulga el 18 de enero de 1920 una nueva constitución que reemplazaría la que se dio en 1860 por Castilla. Entre las principales novedades de la nueva carta magna se encontraban: la supresión de las vicepresidencias de la república, la renovación total del poder legislativo y ejecutivo, la obligatoriedad de la renuncia ministerial por falta de voto de confianza del senado o la cámara baja, la ampliación del periodo presidencial de 4 a 5 años y la introducción del impuesto progresivo a la renta.

Acto seguido, se instaura el gobierno, que dejaba entrever por sus acciones, en contraposición a las promesas de la campaña, una orientación dictatorial que luego sería reforzada con el nombramiento de Germán Leguía y Martinez (pariente cercano del gobernante) como ministro de gobierno, quien en poco tiempo inicio acciones tales como: persecución y deportación de dirigentes políticos, encarcelamiento de militares, censura y ataques en algunos casos violentos a la prensa de oposición. Esto marca el fin de la denominada República Aristocrática y el inicio del oncenio de Augusto B. Leguía.


Notas:
(1) El partido Civil, inicia formalmente la historia de los partidos políticos en el Perú, tuvo su antecedente en 1871 con la formación de una sociedad denominada “Independencia Electoral”, donde el personaje más destacado fue Manuel Pardo y Lavalle quien agrupara a las fuerzas populares, la juventud intelectual, profesionales y elementos vinculados a las actividades económicas.
(2) El yaconaje era una forma de relación laboral no asalariada, por medio de la cual el campesino recibía una parcela de tierra a cambio de trabajo.
(3) Andrés Avelino Cáceres es un héroe nacional que lideró la resistencia en la sierra del Perú contra la ocupación Chilena durante la guerra del Pacifico. Es conocido como “el brujo de los andes”.
(4) Únicamente el departamento de Tacna fue reincorporado al Perú, mediante la firma del tratado de Lima en 1929.
(5) Se entiende por abaratamiento de las subsistencias, la baja en los precios de productos básicos, transporte e impuestos.



BIBLIOGRAFÍA

CONTRERAS, Carlos y CUETO, Marcos (2004) Historia del Perú contemporáneo: desde las luchas por la independencia hasta el presente. 3ª.ed. Lima: IEP.

REAÑO GARCIA, José (1986) Historia del Leguíismo: sus hombres y sus obras.

ENLACES DE INTERNET
Colegio María Alvarado (2009) La economía en el Oncenio de Leguía (consulta: 30 de Mayo 2010) (http://www.lhs.edu.pe/Principal/2009/tareas/310_CCSS_1.pdf)

Identidad Perú (2005) Augusto B. Leguía (1863-1932) “El Señor del Oncenio” (consulta: 30 de Mayo 2010) (http://www.identidad-peru.com/biografias/augusto-leguia.pdf)

Bitácoras (2005) El Oncenio de Leguía (2005) (consulta: 30 de Mayo 2010) (http://leguia.bitacoras.com/)